miércoles, 16 de diciembre de 2015

MUJER SOLTERA BUSCA (PARTE 2/2)

Los Representantes a la Cámara Tatiana Cabello e Iván Duque del Centro Democrático Alternativo, partido del expresidente Alvaro Uribe, presentaron un proyecto de ley que tiene como finalidad aumentar la licencia de maternidad que actualmente está en 14 semanas (3.5 meses), a un máximo de 24 semanas (6 meses).

En un sentido parecido, el Senador Jimmy Chamorro presentó un proyecto de ley cuyo objetivo es reducir en una hora la jornada laboral de las mujeres cabeza de familia. Es decir que su jornada bajaría de 8 a 7 horas, pero su salario no se vería disminuido. 

La justificación de ambos proyectos es similar: El deber del estado de garantizar el bienestar de los niños. Para el primer proyecto argumentan que un niño alimentado con leche materna por más tiempo tendrá un mejor desarrollo que uno con menos tiempo. Hasta citan recomendaciones de los "expertos" de la OIT y la OMS. El segundo proyecto, que baja de 8 a 7 horas diarias el horario laboral de las madres cabeza de familia tiene más de lo mismo: El bienestar de madres e hijos teniendo una mayor cantidad de tiempo para su mutua compañía. 

Este tipo de proyectos se venden bien porque apuntan directamente a nuestras emociones. Pocas cosas son tan conmovedoras como la imagen de una madre y su hijo recién nacido, o la de una madre que trabaja sola para sostener a su familia. Además, cualquier ley dirigida a aumentar de derechos laborales nos hace ver como sociedad muy avanzada, ¿Acaso hay alguien en estos días que no quiera ser visto como "Progre"?

Las mujeres que ya cuenten con un trabajo estable se verán beneficiadas por esas medidas. Sin embargo, las que buscan entrar al mercado laboral no la tendrán tan fácil. ¿Qué creen que pueda pasar cuando un empleador esté frente a dos candidatos a un trabajo, donde uno de ellos podría estar hasta seis (06) meses fuera de su trabajo y el segundo no? ¿Y si a eso sumamos que el primero trabajaría 7 horas mientras que el segundo 8, y a ambos debería pagarles lo mismo? No es muy difícil pensar que escogerá al segundo: Ofrece más por lo mismo.

Los perjudicados a la larga serán las mujeres, sus hijos e incluso las empresas. Las mujeres porque podrían no ser seleccionadas para un trabajo por razones diferentes al mérito laboral, que es lo que debería primar. Los niños porque lo peor que les puede pasar es la falta de unos padres que no puedan brindarles lo que necesitan en términos afectivos y materiales. Y las empresas porque, al tener una fuerza laboral que puede no ser la mejor, pondrían en riesgo su competitividad. 

Ahora, este fenómeno no será visible en los trabajos que exigen cierto grado de especialización. Pero en los sectores en los que no se requiere mucha educación, y donde cualquier persona con un mínimo de habilidades puede hacer la misma labor, el empleador contratará a quien haga más por lo mismo. Da la casualidad que los trabajos que exigen mano de obra poco o nada calificada son aquellos donde trabajan los más pobres. En conclusión, con leyes como esas, las mujeres solteras y pobres que buscan trabajo serán las personas más perjudicadas. (Se llama Ley de consecuencias no deseadas, y ya escribí sobre eso acá)
  
Pretender que con estas leyes Colombia se ponga a la "altura de los países que tienen los mejores estándares en atención a la primera infancia", como dijo la Representante Cabello, es tener una idea errónea de la relación entre prosperidad y leyes. La prosperidad deviene de la riqueza que generan los individuos y las empresas de un país, y para ello se requiere un ambiente institucional que haga respetar las reglas de juego para todos, garantice la libertad económica y la competencia natural entre individuos. Las leyes son solo apenas un componente de ese ambiente institucional. No fue expidiendo leyes para cada cosa como los países más ricos del mundo obtuvieron su prosperidad. 


La historia del derecho laboral se cuenta siempre desde el lado romántico y dramático de las luchas de los trabajadores, y algo de eso es verdad. Pero nunca se cuenta, por ejemplo, que el cumplimiento de las demandas laborales vino de la mano con el paulatino crecimiento de la economía.  

Hay sociedades que pueden permitirse unas ventajas que otras no. Aquellas que lo hacen es porque han alcanzado unas cotas de progreso más altas que otras. Como dijo Carlos Alberto Montaner: "Una sociedad que obtiene sus recursos de vender café no puede alcanzar la calidad de vida de otra que fabrica chips, aviones y productos farmacéuticos." Pero esta realidad difícilmente es aceptada por los ingenieros sociales o quienes deliran con ello, es decir líderes mesiánicos, políticos bienintencionados o intelectuales arrogantes que creen que lo único que se necesita para que las cosas funcionen bien (Lo que sea que signifique) es que quien dirija las cosas sea lo suficientemente inteligente, bondadoso y experto como ellos. Y claro, progresista.

viernes, 18 de septiembre de 2015

MUJER SOLTERA BUSCA (PARTE 1/2)

Allison decidió rentar una habitación de su apartamento a Hedra, una desconocida y tímida chica. Se entendían tan bien que Hedra vio en Allison un modelo a seguir y comenzó a imitarla: usó su ropa, copió su corte de pelo y sedujo a su novio. Terminó por creer que ella era Allison. Este es el guión de Mujer Soltera Busca, la película de los 90´s, cuyo final no revelaré. Hedra sufría un trastorno de personalidad que se manifestó cuando comenzó su relación con Allison. 

No sé nada de trastornos de personalidad, pero cuando alguien actúa de una forma contraria a lo que uno espera, posiblemente tiene algún tipo de trastorno. Muestra de esto es lo que pasa con UBER y con Jorge Robledo (Senador y político colombiano de izquierda). Robledo es un personaje que vive ufanándose de combatir un montón de cosas que, a su juicio, están mal. Ha sido notoria su cruzada contra los monopoliosPor eso, oír a Robledo apoyar el gremio de los taxis, que funciona precisamente como un monopolio que abusa de su posición, me hace pensar que está trastornado. 

Vean lo que escribió en twitter sobre el conflicto UBER-Taxis: "Ante las deficiencias del servicio de taxis en Bogotá, muy vinculadas a la congestión y el deterioro de las vías y a las malas condiciones laborales de los conductores, la solución no puede ser que todo el que tenga un vehículo lo vuelva un taxi, que es lo que en últimas intenta la trasnacional Uber, porque ello empeorará los problemas de hoy y puede llevar hasta el caos". Y luego dijo: "¿No empuja Uber a empeorar el servicio de los taxis amarillos que es el que usan los que no pueden pagar los costos de Uber?" 

¿Por qué la posición del senador al defender los privilegios de los taxis y su mal servicio? Es claro que el trabajo de un político como Robledo es el de capturar votos, así que al final eso no es raro. Pero obviar olímpicamente un servicio tan criticado, situación a la que se llegó precisamente por la falta de competencia, es algo que raya en la sospecha. 

Yo supongo que esa actitud es porque en el fenómeno UBER está la Némesis de un político de su talante. Allí hay algo que el senador desprecia más que los monopolios como es el hecho de enterarse que, al final, él no es tan necesario. UBER refleja que existen individuos creativos que, valiéndose de la tecnología, resuelven algunos problemas de manera espontánea, con un digno y admirable ánimo de lucro; y, sobre todo, sin necesidad de que un burócrata esté metiendo sus narices allí. Para él, (y otros más), la única manera de arreglar las cosas es con reglamentos, comités, cursos de capacitación ofrecidos por el Estado y, sobre todo, un político diciendo cómo y cuando la gente se puede ganar la vida. Por eso, descarga sus disparates panfletarios con los que se siente tan cómodo, como ese de sugerir que UBER es malo porque es "trasnacional".  

Ahora, el Vicepresidente de la República hace poco anunció que expedirá una regulación para este tema. La gente respondió esperanzada que la futura regulación permitirá a UBER su funcionamiento. Yo, hasta no ver lo que quieren hacer, soy escéptico. Y lo soy porque frente a este tipo de decisiones me surgen más preguntas que respuestas: 1. ¿Por qué la idea arraigada de creer que necesitamos una regulación estatal para el funcionamiento de cualquier actividad humana?; 2. ¿Por qué tenemos tan poca fe en las relaciones libres y consentidas entre individuos? 3. ¿Que opinión les merece el hecho de que, hasta ahora, la relación UBER - usuarios, haya funcionado tan bien, y sin estar regulada?. Para las dos primeras preguntas no tengo una respuesta clara.  Si alguien sabe o tiene una teoría, agradezco un comentario al respecto. 

Para la tercera sí que la tengo: La relación UBER-usuarios ha funcionado bien porque es fruto del orden espontáneo. La teoría del orden espontáneo (Defendida por Friedrich Hayek-Premio nobel de economía en 1974, uno de los más importantes pensadores del siglo XX, y odiado en general por los pro-estatistas de izquierda y derecha) señala que cuando miles de individuos buscan su propio bienestar, se genera una autoorganización de la cual surge espontáneamente un orden. Este orden de facto es resultado, por supuesto, de la acción humana. Pero no hay una mente humana que lo haya diseñado. Los acuerdos que realizan miles de individuos entre sí es superior a cualquier orden planificado por una autoridad, y es superior no solo porque es más eficiente. Lo es porque es fruto de las decisiones libres de los individuos. El mercado y el lenguaje son ejemplos de orden espontáneo. Se construyen desde abajo, con el uso y las decisiones de millones de individuos. Y no desde arriba, como algunos sueñan y deliran que se puede hacer. 

El de los Taxis es un sector que tiene todo tipo de regulaciones: Tarifas, cantidad permitida de taxis en las calles, sanciones específicas para los que incumplan sus normas, etc. Y todos conocemos el resultado. La solución no es necesariamente más autoridad para hacerlas cumplir, la solución es que los mismos taxistas tengan una buena razón para dejar de portarse mal, y no perder dinero es el incentivo más fuerte que hay para eso. Es precisamente la competencia lo único que permitirá que los taxis mejoren el servicio. Por eso, decir que UBER puede impulsar un peor servicio de los taxis da cuenta de una ignorancia injustificable. 

Hay campos en los que la libertad se ve amenazada, (Por ejemplo, promover referendos para prohibir las cosas que no les gustan a algunos). Pero en este caso quiero tener la confianza de que UBER ganará la disputa, siempre y cuando la discusión se mantenga en lo que importa: El individuo y sus decisiones libres como el pilar máximo a defender. 

Discutir sobre temas puramente normativos como "UBER es malo porque no paga impuestos"; o, "Es ilegal porque no hay una norma que lo permita", aunque hay que hacerlo, no debe ser lo principal. Y no lo es porque el derecho, per se, no es el que permite formar nuestra opinión sobre lo que es justo y lo que no.

Ahora, los rojos no son los únicos con trastornos de personalidad. El Centro Democrático Alternativo (Partido Político Colombiano asociado a la derecha. Su líder es el expresidente Alvaro Uribe) presentó hace poco un proyecto de ley, que fue la base para el título de esta entrada, y con el que demostró que también andan trastornados. Sin embargo, por lo extenso de los dos temas para presentarlos en una sola entrega, debo dejarlos con un: Continuará...

viernes, 12 de junio de 2015

QUÉ TIENEN EN COMÚN CHARLES DARWIN Y LOS COLADOS DE TRANSMILENIO (PARTE 2/2)

En 1969 se hizo el siguiente experimento: Dos autos idénticos fueron abandonados en dos calles diferentes de Estados Unidos. Uno fue dejado en la zona del Bronx en Nueva York, una zona pobre y peligrosa. El otro en Palo Alto, California, una zona rica y tranquila. El auto en el Bronx empezó a ser dañado a las pocas horas de estar allí. Rompieron sus vidrios, se robaron el radio, los espejos, las llantas, todo. Era algo que los investigadores esperaban. El auto dejado en Palo Alto, sin embargo, no sufrió ningún daño. Una semana después había un carro desmantelado y otro en perfecto estado.
Fue entonces cuando los investigadores decidieron romper una ventana del automóvil que estaba en Palo Alto. Ocurrió que, poco a poco, este auto también empezó a ser desguazado y quedó igual de desecho que el del Bronx. Los investigadores concluyeron que el hecho de que el carro tuviera un vidrio roto, y además pasara tiempo sin que alguien se preocupara de él, envió un poderoso mensaje sobre falta de autoridad y ausencia de derechos de propiedad. Esto incitó a romper la siguiente ventana, y así sucesivamente hasta acabar con él.
Con ese antecedente se formuló tiempo después la llamada Teoría de las Ventanas Rotas. Esta sostiene que alteraciones menores, si no se controlan, se transforman en alteraciones mayores. Al tolerar/permitir pequeñas infracciones, éstas se van a repetir, se producirá un efecto rebaño y crecerán en intensidad.
Lo importante de la teoría es que señaló que el comportamiento vandálico no tiene una causa objetiva, entendiendo por esta una causa directa, exclusiva y lineal. Es decir, la causa no fue la pobreza, y yo digo que tampoco lo fue la falta de educación o la de cultura (Trágate esa, sabiduría popular). Por el contrario, el experimento mostró que el factor relevante fue un ambiente donde las instituciones brillaban por su ausencia.
Las primeras infracciones en TM tenían que ver con borrachos orinando en la estación, un vendedor en la entrada o losas rotas sin arreglar. Todo se desatendió desde el comienzo, y fue como poner un mensaje a todo color diciendo "A nadie le importa". Luego la cosa degeneró a tal punto que ahora se ven personas haciendo fila para colarse (Es mi infracción preferida), personas abusadas, muertos y una desconfianza generalizada de los usuarios.
Por eso, cualquier solución dirigida a desincentivar el comportamiento indeseado es lo mejor que se puede hacer. Por supuesto, hacerlo ahora es más costoso que al comienzo. El tema con los incentivos es encontrar la medida exacta. Encerrar por horas a los colados podría funcionar como medida disuasoria, pero no todo el público tiene estómago para aceptarlo. Así que impedir o retardar el ingreso al sistema desde la calle usando puertas con mejor tecnología; multar y evitar que los colados se fuguen durante la multa; y avergonzar públicamente a los individuos colados, debería estar funcionando.
Ahora bien, reducir el número de colados a cero será imposible en la práctica. No siempre encontrará ciudadanos motivados para avergonzar a los infractores, o habrán algunos de estos a quienes la desvergüenza social no les afecte. Pero además, cada vez que atrapa a un colado necesita más recursos para agarrar al siguiente. De allí que las medidas deberían concentrarse en unos pocos lugares. Con fundamento en la Ley de Pareto me atrevo a decir que en el 20% de las estaciones se encuentran el 80% de los colados. Esto exigiría aplicar las medidas solamente en esas estaciones y después de un tiempo medir los efectos. En caso de que no funcione habría que reconocer que se fracasó y luego ensayar otras. O tal vez tendríamos que dejar a otra generación "más educada" que encuentre la solución.

Si mucho de lo que leyó le pareció una perogrullada, lo entiendo. Por eso quiero terminar la entrada con un valioso consejo: Si hay un letrero pintado en su casa, límpielo ya. O si no tendrá en poco tiempo un muro colorido recordándole cuáles son los equipos de fútbol de la ciudad.

viernes, 15 de mayo de 2015

QUÉ TIENEN EN COMÚN CHARLES DARWIN Y LOS COLADOS DE TRANSMILENIO (PARTE 1/2)


"La humanidad mejora genéticamente cuando personas mueren por culpa de su propia idiotez". Esa es la premisa de unos premios tragicómicos llamados "Darwin Awards" en honor a Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución. La teoría señala que evolución es adaptación. Quienes mejor se adaptan a su entorno tienen más facilidad para perdurar. Los menos adaptados perduran menos y, por tanto, tienen menos posibilidades de transmitir sus genes. Si alguien muere por sus idioteces libra al mundo de su herencia.

Para ganar el premio, el candidato debe haberse autoinflingido un daño actuando en sano juicio pero con una asombrosa falta de sensatez. Claro, además debe haber muerto (o por lo menos quedar estéril) y que el hecho se haya verificado. Dos de los ganadores del 2014 fueron unos holandeses que demostrarían que podían acostarse al lado de las vías de un tren y éste pasaría encima de ellos sin siquiera tocarlos. Nunca contaron con el hecho de que el tren era más bajo de lo previsto. Ambos ganaron, tanto su reto de valentía como el Darwin Awards: Fueron arrollados y muerieron.

Con esta introducción no hay que aclarar mucho más el panorama. Los colados de Transmilenio (TM) que han muerto arrollados, básicamente por su propia estupidez, serían dignos merecedores del Darwin Awards. Al lado de ellos, los vendedores ambulantes, quienes les compran, los ladrones y los no-dejo-cerrar-la-puerta completan el paisaje de la desinstitucionalidad, y no sé si exista un premio para estos.

Hay una explicación recurrente para explicar, no sólo éste, sino varios problemas: "Es un problema de cultura de la gente". Y la expresión sirve para todo: Es que tenemos una cultura del narcotráfico o una cultura de la muerte. Personalmente la explicación me genera sospechas, primero porque es generalizada, y segundo porque no aclara mayor cosa. Decir que lo malo que pasa es un tema de naturaleza cultural es trasladar la responsabilidad a nadie. Tal vez hacer esa afirmación nos pone en una especie de superioridad moral: "Es un problema de unos que no tienen mí cultura, porque si la tuvieran no se portarían de esa manera". 




Encuentre las diferencias



La RAE tiene varios significados para la palabra cultura, una de ellas es: "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.". Es falso, entonces, suponer que el problema es falta de cultura porque cualquier individuo en cualquier sociedad tiene modos de vida. Así que colarse en TM no sería una falta de cultura sino un reflejo de ella.

Lo otro que tal vez se quiere decir con la expresión es que ese reflejo cultural es un comportamiento indeseable. Si es así, la pregunta obvia sería ¿Cómo eliminar ese comportamiento? Las propuestas abundan estos días. El tiempo hizo un ejercicio preguntando a la gente y salieron 10 soluciones (luego volveré sobre este punto). Otros opinadores señalan que lo que se necesita es una política integral. Pero hablar de política integral involucra coordinar muchas oficinas, muchas autoridades, y los costos de transacción son muy altos.

Parece que en el mundo moderno las cosas no pueden tener una explicación sencilla. Lo fácil no es algo común, lo que vale es lo enmarañado y difícil, como lo son las políticas integrales. Pero las soluciones que involucran pensar en grande me parecen un derroche de recursos porque es un ejercicio especulativo. Al final del día lo que tenemos es a unas personas comportándose, como ya lo dije, de manera indeseable. Y por indeseable quiero decir cualquier comportamiento asociado a romper una regla, social o legal. Comprar a un ambulante dentro del sistema no está multado, colarse sí. Y ambos son comportamientos reprochables.

Y como no se me da bien pensar en grande, creo que el problema es simple y llanamente de incentivos. Un incentivo es un premio o castigo que se recibe por hacer o dejar de hacer algo. Los colados tienen un incentivo para colarse: viajar gratis sin que se les haga responsables por ello, obtener prestigio entre su grupo social, etc.

Si queremos que dejen de hacer eso hay que crear, también, un incentivo. Y eso no tiene que ver con la cultura, o por lo menos con la forma en la que se aborda para explicar el problema. Parece ser cierto que la educación (En su sentido más general) inhibe los malos comportamientos, pero si hay un incentivo suficientemente grande para hacer algo non-sancto, la educación no juega ningún papel. ¿Creen que un colado de TM lo haría en un país que los haga responsables por sus actos? No hay datos para probarlo, pero yo creo que no.

Algunas de las soluciones que la gente ha propuesto son maravillosas pues tienen que ver con incentivos sociales y económicos: Escarmiento público y multas. Ninguna de esas va dirigida a cambiar la cultura del infractor. Aplicarlas será un buen comienzo, aunque se requiere algo de autoridad.

Pero tengo que hablar sobre cómo llegamos a esta situación, ¿Si hace unos años era un problema pequeño, por qué ahora es tan grave?. La respuesta puede venir de un carro parqueado en el lugar equivocado y unos vidrios rotos.

Continuará...

jueves, 30 de abril de 2015

SE ARRIENDAN MENTIRAS

Es común ver en los currículums de las personas la expresión "Soy bueno trabajando bajo presión". Esto será verdad algunas veces, pero otras será una pequeña mentira. Mentir es un pecado, aunque también es un comportamiento racional: Se hace para parecer mejor de lo que uno realmente es, bien porque estamos ante un entrevistador, una conquista o un funcionario. Mentimos porque el beneficio esperado supera el costo. Los seres humanos decimos, en promedio, 6 mentiras al día.

Es dificil creer que las razones para mentir sean provocadas por una ley, pero podría ser así si se aprueba un proyecto que pretende que todos los contratos de arrendamiento de vivienda urbana incorporen, de manera obligatoria, una póliza de arrendamiento. Ese tipo de seguro ya existe en el mercado y es opcional. Cada arrendador determina si quiere o no pedir esa póliza a su futuro inquilino. Si éste incumple los pagos a los que está obligado, la aseguradora responde. El trabajo previo de la aseguradora es, básicamente, verificar la capacidad de pago del inquilino. Uno supondría que el proyecto está pensado para proteger a los propietarios. Las historias extravagantes de arrendatarios incumplidos dan rabia, y uno estaría tentado a celebrar la iniciativa. Sin embargo, los resultados de una ley de esa naturaleza podrían no ser tan buenos. 

Hoy día, un individuo que no "pase" el exámen ante una aseguradora consideraría las siguientes opciones: 1) Repetir tantas veces el proceso de solicitar la póliza, esperando que en alguna de ellas lo logre. 2) Buscar vivir en un sitio donde no exijan la póliza, aunque seguramente no será donde quería hacerlo inicialmente. 3) Pactar un mayor valor del cánon de arrendamiento con el propietario y de esa manera compensar el riesgo.

Si se impone un seguro obligatorio en esos contratos, las negociaciones privadas entre las partes podrían ser nulas o darse en términos non sanctos. Como la realidad es mucho más fuerte que una norma puesta en un papel, posiblemente se firmarían contratos sin esa exigencia ¿Qué creen que pasaría en los pueblos donde la oferta de aseguramiento es casi nula?

Las partes también podrían decir que el valor del contrato es menor al real, y de esa forma el inquilino pasaría el exámen de la aseguradora. O bien, sin tener opción de buscar una vivienda que no exija la póliza, porque la ley no lo permite, un inquilino rechazado sólo tendría la opción de mentir a la aseguradora para parecer un mejor deudor de lo que realmente es. En los dos últimos casos, la ley estaría creando incentivos para mentir. Bueno, ante una aseguradora siempre es posible mentir, pero con la obligación del seguro se cierran las puertas a las posibilidades de negociación privada. El mercado negro de las certificaciones falsas estaría dichoso.

Pero el principal problema del proyecto no serían las mentiras. La mayoría de las personas cumple sus contratos (Hubiera sido fantástico que el proyecto incluyera datos sobre el mercado de arriendo, el de seguros y de los procesos judiciales asociados. Como no los trae es imposible hacerse una idea real de la situación). El verdadero problema es, en mi opinión, la lógica que subyace al mismo: "Las personas no son lo suficientemente buenas determinando qué es lo mejor para ellas mismas. Por eso les facilitamos las cosas, les diremos cómo deben hacer sus contratos." Esto no significa que los malos deudores tienen derecho a deshonrar sus compromisos, ni más faltaba. Creo que es más importante la libertad de los individuos para hacer sus acuerdos como quieran, y ello implica soportar las consecuencias de sus decisiones, las buenas y las malas. Los sistemas no son perfectos y los acuerdos privados siempre tendrán un margen de ineficiencia e incumplimiento, pero eso no signifca que se deban inventar regulaciones que encarecen el mercado y que crean más problemas de los que resuelven. Me imagino que la solución a las nuevas trabas sería, equivocadamente, más y más regulación. Así los legisladores seguirían diciendo "Lo mío ha sido el impulso de leyes para defender a los ciudadanos". Tal vez es lo que ponen en sus currículums.

miércoles, 8 de abril de 2015

TIEMPOS INTERESANTES


Hay una maldición china que dice "Ojalá vivas tiempos interesantes". Extraña maldición, aunque con mucho sentido. En esas épocas se generan los desarrollos intelectuales y tecnológicos más excitantes. Pero también son épocas peligrosas, violentas y problemáticas. Vivir en uno de esos tiempos, por atractivo que parezca, no será nada tranquilo. Así que si un chino nos dice eso, no nos sintamos halagados.


Terry Pratchett, escritor inglés, tituló Tiempos Interesantes uno de sus maravillosos libros. Es sobre un mago haragán que quiere vivir muy tranquilo y termina siendo protagonista de una revolución. Es literatura fantástica de héroes, dragones y hechiceros poco tradicionales. En su obra hay sarcasmo, humor negro, burlas al establecimiento, a la guerra, al nacionalismo. Pratchett no se tomaba muy en serio a sí mismo, pero lo que escribía era de una seriedad demoledora, aunque no parezca. 

En el 2010, T. Pratchett filmó un documental con la BBC llamado Eligiendo Morir. Mostraba la vida de 2 ingleses que sufrían terribles padecimientos causados por enfermedades irreversibles. Decidieron ir a Suiza a contratar los servicios de una empresa que ayuda a personas muy enfermas a suicidarse. Todo en un ambiente tranquilo, digno y rodeados de las personas más importantes en sus vidas. Viajaron a Suiza porque en Inglaterra las leyes prohíben el suicidio asistido. Terry Pratchett, de cierta manera, también era protagonista de la historia porque tenía Alzheimer y en el filme se preguntaba si, eventualmente, sería capaz de tomar esa misma decisión cuando la enfermedad fuera insoportable. Finalmente no tuvo que hacerlo. Murió hace tres semanas, el 12 de marzo de 2015.


"Conozco a las personas que hablan de sufrir por el bien común. ¡Nunca son ellos, joder! Cuando oyes a un hombre gritar: ¡Adelante, bravos camaradas!, verás que siempre es el que está detrás de la jodida roca enorme, y el único que lleva el casco realmente a prueba de flechas" Tiempos Interesantes

En Colombia, con relación a la eutanasia, se ha presentado un proyecto de ley que pretende despenalizar el suicidio asistido y la eutanasia activa, siempre que la ejecute un médico y si hay un consentimiento y una decisión libre del paciente. Sin embargo, dos cosas lo mejorarían, por lo menos para su entendimiento: La primera es incorporale datos. No hay un sólo dato o estadística en la justificación de este proyecto de ley que ayude a comprender el problema en sus reales proporciones. Podría, eventualmente, ser muy útil saber cuántos pacientes han interpuesto tutelas para que les autoricen una eutanasia. Cuántas tutelas se resuelven favorablemente o cuáles son las enfermedades más recurrentes por las cuáles alguien está dispuesto a morir. Es posible que al final del ejercicio los datos no nos digan muchas cosas, tal vez ni existen esos datos; pero cualquier intento por regular una realidad tiene que hacer un intento por comprenderla, y la comprensión no puede ser a través de anécdotas e intuiciones.

La segunda es eliminar temas que sobreregulan innecesariamente: Establecer normas sobre cuántos médicos se necesitan para saber si un paciente sufre dolores intensos (Dos); o cómo y por cuanto tiempo hay que hablar con el paciente para determinar que en efecto sí quiere terminar con su vida (De forma "digna y humana", y "reiteradamente"); o con cuanto tiempo de anticipación debe alguien haber dado instrucciones para que le apliquen la eutanasia si llegado el caso no pudiera expresar su voluntad (5 años), volverían complicado algo que podría ser sencillo. 

Los argumentos religiosos, jurídicos y médicos a favor o en contra de la eutanasia son tantos y tan interesantes que es imposible pretender revolverlos todos. Personalmente creo que la decisión del individuo debe primar sobre cualquier otra consideración. La libertad, a pesar de que se diga lo contrario, constantemente está bajo ataque, y muchas veces por parte de quienes dicen defenderla. Pero si se ha llegado a ese punto es porque somos un poco culpables. Hemos cedido muchas de nuestras responsabilidades; suponemos que las autoridades, por el mero hecho de serlo, están en mejor posición para decirnos cómo debemos actuar, con quién casarnos y hasta cómo educar a los hijos.  

Termino diciendo que la libertad y la responsabilidad son caras de una misma moneda que debería volver a nuestro bolsillo. Sir Terry Pratchett sabía que estos son tiempos para defender la libertad, y por eso escribió: "No se puede ir por ahí construyendo un mundo mejor para la gente. Sólo la gente puede construir un mundo mejor para la gente."


El documental Eligiendo Morir lo pueden ver aquí.

miércoles, 18 de marzo de 2015

DE VÍBORAS, DELINCUENTES Y CADENA PERPETUA


La cadena perpetua para violadores y asesinos de menores que de nuevo se propone en Colombia podría tener unas consecuencias imprevistas, nada buenas, similares las que dieron lugar a la expresión El Efecto Cobra.

Todos hemos visto a una Cobra, la serpiente. No hay que ser biólogo para saber que es muy peligrosa. La siguiente es una anécdota sobre ésta serpiente, ocurrida durante la ocupación británica de la India: El gobierno Inglés estaba preocupado por la cantidad de muertos causados por la picadura de la cobra. Se pensó e implementó una solución que tenía cierta lógica: Le pagarían a las personas una cantidad de dinero por cada cobra muerta que trajeran. No suena mal: Se crea un incentivo económico, los ciudadanos contribuyen a solucionar un problema, y además éstos se ganan unos pesos. Sin embargo, vino algo no tan bueno, algunas personas empezaron a tener criaderos de cobras, luego las mataban y finalmente cobraban el beneficio. Al gobierno británico no le gustó mucho, se sintió burlado y dejó de pagar la recompensa. Pero entonces, quienes habían criado cobras ya no tenían ningún interés en tenerlas por más tiempo y las liberaron. Al final, la población de las cobras superó en número a la cantidad que había al comienzo, antes de empezar a pagar por cada cobra muerta. Lo que era un propósito "bueno" terminó no siéndolo. 

El efecto cobra es un ejemplo de un fenómeno más grande llamado "Ley de Consecuencias Imprevistas", que ocurre cuando se generan unos resultados, por lo general malos, que nunca fueron anticipados por quien realizó la acción.


Yo, cobra. Tú cobras.

Ahora bien, no hay nada más execrable que un delito cometido contra los niños. Sin embargo, aplicar la misma pena para cualquiera de esos dos delitos podría crear un incentivo perverso que generaría, a la larga, consecuencias iguales o peores que aquellas que trata de evitar.
Partamos de un supuesto y es que las personas somos racionales en términos económicos, es decir que actuamos de cierta manera sólo cuando los beneficios superan a los costos. Aplicar esa misma lógica a un criminal fue un enfoque original propuesto por Gary Becker (Economista que recibió el premio nobel en 1992, murió en 2014 y llevaba junto con Richard Posner un blog imprescindible que pueden ver aquí). Tener ese enfoque sobre el criminal nos lleva a pensar que éste comete su crimen si la utilidad que le reporta esto es superior al costo de cometerlo. Y por utilidad cabe cualquier cosa que le genere satisfacción, física o sicológica. Cuando hablamos de utilidad no hablamos solamente de dinero. Y por costo caben, igualmente, muchas cosas: No sólo la plata invertida para comprar un arma, sino también: a) La probabilidad de que lo capturen, y; b) La magnitud de la pena asociada al delito. Un criminal sabe, en mayor o menor medida, que ciertos delitos generan una mayor pena que otros. Y también tiene una percepción sobre que tal estamos en Colombia a la hora de agarrar a un criminal.  
Estas dos variables, probabilidad de ser capturado y magnitud de la pena, son las que realmente tienen la posibilidad de disuadir a un delincuente de cometer un crimen. Si ambas son muy altas, cometer un delito será costoso; y si el costo supera a la utilidad no se comete el crimen. Sin embargo, debe haber sincronía entre ellas dos. De poco sirve una pena alta si la probabilidad de ser capturado es baja, y viceversa.
Y acá viene el factor clave que podría generar las consecuencias no deseadas, y es el hecho de imponer exactamente la misma pena tanto para violar como para matar. Hablemos de un criminal para quien violar le reporta cierta utilidad, digamos que matar hasta ese momento no le reporta ninguna. Este violador, con la nueva ley, no tiene que ser un genio para saber que si es capturado tendrá exactamente la misma pena que si hubiera matado. Y tampoco tiene que ser muy listo para querer reducir la probabilidad de ser atrapado. Para reducir esta probabilidad puede eliminar a la víctima de su violación, pues el principal testigo-víctima ya no podría señalarlo, identificarlo, acusarlo, etc. Y de todas formas, la magnitud de la pena será la misma si se hubiera quedado en la violación. Puede obtener la misma utilidad reduciendo los costos asociados a su crimen, a menos que matar le cause algún recelo moral, cosa que personalmente dudo. Un delincuente suficientemente cruel para violar a un menor, posiblemente sea lo suficientemente cruel para matar.  
Entonces, podríamos llegar a ver que la tasa de homicidios asociados a violaciones aumentaría, cuando antes teníamos únicamente violaciones. Una clara consecuencia no deseada, creo yo. 
El derecho le ha denominado a esto derecho penal simbólico, que no es más que creer que un aumento en la pena soluciona la criminalidad. Lo malo de esto es que no pasa de ser un símbolo insulso, incapaz de arreglar el problema real. Lo único que no es simbólico es lo que queda después, la frustración del público y la desconfianza en las instituciones. Esto es tan real como morir por causa de una víbora.

Notas:
Nota 1:  Las consecuencias imprevistas no siempre son malas. A veces los resultados son buenos. A esto se le conoce como serendipia. 
Nota 2: Quien esté interesado en la exposición de motivos del proyecto la puede consultar en: http://www.imprenta.gov.co/gacetap/gaceta.mostrar_documento?p_tipo=03&p_numero=204&p_consec=41280 . El texto del proyecto lo pueden ver en:  http://marthavillalba.com/sites/default/files/2015/02/19/documentos/proyecto_de_acto_legislativo_numero_204_de_2015.pdf 
Nota 3: El proyecto planteado modifica una norma constitucional y no llega a las especificidades de aclarar que la violación y el asesinato tendrán la misma pena. Pero sabemos que por ahí van las intenciones. Así es como se ha vendido la idea: http://www.eltiempo.com/politica/justicia/cadena-perpetua-para-violadores/15259195 

lunes, 2 de marzo de 2015

UNA SOLUCIÓN MÁS CARA, POR FAVOR

¿Cree usted que un gran problema sólo puede ser resuelto pensando en grande e invirtiendo grandes sumas de dinero? La sabiduría popular nos enseña que grandes problemas requieren grandes soluciones, y también que lo barato sale caro. Sin embargo, la sabiduría popular, la más de las veces, está equivocada (Por ejemplo, no existe evidencia sobre los beneficios de tomar mucha vitamina C cuando tenemos gripa para contrarrestar sus efectos)

En la anterior entrada (Impuestos Altos en Calorías) había dicho una de esas cosas que se dicen al pasar, obiter dictum en la jerga de los abogados. Había dicho que tendemos a creer que la manera de solucionar un problema es pidiendo más recursos para un sector. El año 2014 terminó con un paro judicial de casi tres meses y todo indica que dentro de poco se irán a paro nuevamente. Las razones de ASONAL, el sindicato de la rama judicial, son casi las mismas de siempre: La justicia es precaria y para que funcione mejor se requiere aumento de salarios, creación de más juzgados, reforma estructural, etc., es decir más recursos para el sector. El hecho de que los grupos de presión defiendan sus propios intereses no es, en sí mismo, algo criticable. Aderezar sus peticiones particulares con argumentos sobre el bien común tampoco es novedad. Yo creo, en cambio, que las soluciones baratas y simples, siempre que funcionen, deberían ser las primeras a elegir. Y por eso voy a contar dos historias:
  1. Hasta que no se inventen algo mejor, las notas siguen siendo el mejor indicador para saber si somos buenos haciendo algo. Cuando salen los resultados de la pruebas PISA, que no es más que una nota, todos empezamos a hablar sobre todos los males de la educación y sus soluciones: Profesores mejor pagos, educación gratuita, salas de clase con menos estudiantes, jornada completa, etc. Se han gastado millones de pesos sobre el sistema de educación y, en general, los resultados siempre son casi siempre los mismos. Pero vean esto: En una región pobre de China llamada Gansu, alrededor de 2500 niños de escuela necesitaban gafas pero apenas 59 de ellos las tenían. Se llevó a cabo un experimento y les entregaron gafas a la mitad de los niños que las necesitaban. Después de un año, las evaluaciones y notas de estos mejoraron. Aprendieron más y mejor que sus compañeros que no las tenían. Cada par de gafas costó 15 dólares. 
  1. Al Gore se ha convertido en el gurú mundial de la lucha contra el calentamiento global, es todo un Rockstar. Sus propuestas para detenerlo implican tanto acciones individuales, que parecen baratas, como acciones globales que no parecen tanto, pues requiere que muchos gobiernos emitan regulaciones al respecto, que las empresas se pongan de acuerdo para disminuir emisiones de CO2; y por último ¡¡¡Que los seres humanos cambien su conducta y hábitos de consumo!!! Todo esto cuesta mucho dinero. Sin embargo, podría haber otra solución. En 1991, el volcán Pinatubo (En las Filipinas) hizo erupción. Ningún volcán había explotado con la potencia de éste en mucho tiempo. Fue tal su fuerza que durante los nueve minutos que duró la erupción, expulsó a la estratósfera unos 20 millones de toneladas de dióxido de azufre. El azufre se esparció por toda la estratósfera y, mientras estuvo allí, actuó como un gran paraguas cubriendo la tierra. Al cabo de dos años, la temperatura de la tierra descendió 0.5 grados centígrados, lo mismo que había aumentado en casi cien. No pasó mucho tiempo antes de que alguien se preguntara si ésta podría ser una solución al problema del calentamiento global. La pregunta técnica era obvia: ¿Es posible poner dióxido de azufre en la estratósfera de manera controlada?; y, de ser posible, ¿Cuánto vale hacerlo? La respuesta a la primera pregunta fue "Sí"; y a la segunda fue "Muy poco en comparación con otras soluciones". 20 millones de dólares cuesta poner en marcha este plan, y 10 millones de dólares el costo anual de operación. Le presentaron la solución a Al Gore, y básicamente dijo que era una tontería, que no podía ser posible que algo tan difícil de solucionar fuera tan barato. Para Al Gore, al parecer, la solución de un problema tan complejo tiene que valer miles de millones de dólares. (Entre otras cosas, ¿Han visto que el Calentamiento Global se convirtió en una nueva religión? Cuidadito con poner en duda alguno de sus dogmas.)


"¿Calentamientos globales a mí?"


¿Qué es lo interesante de las anteriores historias? Que se enfrentaron a un problema difícil, complejo, extenso; y las soluciones fueron baratas, simples, efectivas y se concentraron en una pequeña parte del problema. Resulta esperanzador saber que pensar en pequeño puede dar buenos resultados. Pensar en grande para solucionar un gran problema, a pesar de lo que digan los conferencistas motivacionales, conlleva muchas dificultades: Hay que tener muchísimas cosas en cuenta; los costos de transacción son elevados (Invertimos mucho tiempo e información obteniendo y procesando datos); hay mayor riesgo de equivocarnos porque pensar así es un ejercicio especulativo; es difícil establecer qué funciona y qué no; y, por supuesto, cuesta mucho dinero. Damos por hecho que la única manera de solucionar algo tan grande es abordándolo con todas sus variables, pero ya es un reto en sí mismo poner de acuerdo a los expertos sobre cuáles son esas variables
"¿Calentamientos globales a mí?" 


No quiero decir que los problemas de la justicia sean fáciles de solucionar, ni siquiera si los dividimos en problemas más pequeños. El punto es que pensar en pequeño no parece ser algo a lo que estemos acostumbrados, y deberíamos. ¿Es el de la justicia un problema tan supremamente complejo y costoso que sólo se puede salir de él con una reforma estructural, que tomaría muchísimo tiempo y que además cuesta miles de millones? Afirmar que la justicia está en crisis, a la larga, no nos dice mayor cosa. Al final del día al ciudadano lo que lo ofende es que su proceso se demore mucho tiempo, o que el ladrón que atraparon hace una semana ya esté afuera. Tampoco soy un indignado ni un pesimista, pero sí me gustaría saber cuál es el punto de los sindicatos para vendernos la idea de que mejores salarios harán que los procesos duren menos. O que  nos respondan por qué un juez colombiano resuelve 448 casos al año y uno de EEUU 3135. Intentaré pensar en preguntas sencillas y soluciones igual de sencillas a ese tema y en una entrada futura hablaré de ellos. Tal vez lo único que se necesita es un par de gafas nuevas, de las baratas.

Notas:
1. El caso del experimento de las gafas para los niños de China fue tomado de Think Like a Freak. El del volcán Pinatubo fue tomado de Superfreakonomics. Ambos libros fueron escritos por Seteven D. Levitt y Stephen J. Dubner. 

2. La estadística sobre la comparación de casos resueltos por jueces colombianos frente a jueces norteamericanos fue tomada de la siguiente noticia: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11593661